Fracturas y patología aguda

Lesiones tendinosas

Si sufres de una lesión tendinosa o tienes dolor agudo, nuestro equipo especializado en TraumAstur está listo para ofrecerte un diagnóstico y tratamiento personalizados.

¿Qué son las lesiones tendinosas?

Las lesiones tendinosas afectan a los tendones, que son estructuras fibrosas que conectan los músculos a los huesos. Estos tendones actúan como cuerdas que movilizan las poleas de las articulares. Su lesión se produce cuando un tendón se sobrecarga, se tensa en exceso o se desgasta por movimientos repetitivos. Las lesiones tendinosas son comunes en actividades deportivas o laborales que exigen un esfuerzo físico continuo o movimientos repetitivos. La tendinitis (inflamación del tendón) y las rupturas tendinosas son las formas más frecuentes de este tipo de lesiones si nos referimos a lesiones agudas. Por el contrario, el deterioro lento y progresivo por daño prolongado suele producir tendinosis, que corresponde a un concepto de patología diferente.

Causas de las lesiones tendinosas:

Factores predisponentes: La obesidad, la diabetes o una mala circulación pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas tendinosos.

Sobrecarga o uso excesivo: Movimientos repetitivos o sobrecarga en deportes como el tenis, el golf o el levantamiento de pesas. Lo mismo ocurre para trabajos que supongan esfuerzos repetitivos como problemas de antebrazo en camareros, de muñeca en peluqueras o de rodillas en fontaneros.

Enfermedades degenerativas: Condiciones como la tendinosis, que implica un desgaste gradual del tendón, pueden ser comunes con la edad y no depender tanto de procesos agudos.

Lesiones traumáticas: Un golpe o un esfuerzo súbito pueden causar desgarros o desinserciones de los tendones. Especialmente importantes las roturas en tendones clave, como el Aquiles o el Rotuliano. Su daño puede resultar altamente incapacitante.

Mala técnica o posturas inadecuadas: En deportes o trabajos físicos, la técnica incorrecta aumenta el riesgo de lesión tendinosa. Un ejemplo son los jugadores de padel que ejecutan remates agresivos sin una buena técnica. Ello puede llevar a daños tendinosos.

Las lesiones tendinosas presentan síntomas variados dependiendo de la gravedad de la lesión, pero los más comunes incluyen:

  • Dolor localizado: El dolor suele aparecer en el área cercana a la articulación afectada, como el codo, la muñeca, el hombro o el tobillo. El dolor tiende a empeorar con la actividad o el movimiento, pero en casos avanzados puede aparecer en reposo, incluso por la noche, con el perjuicio para el descanso que ello supone. El llamado “Signo de la pedrada” es prácticamente común a las roturas musculares y tendinosas y consiste en que, efectivamente, el paciente tiene la sensación de haber recibido una pedrada en el sitio de la lesión. 
  • Inflamación: La zona afectada se hincha y se siente caliente al tacto. Solo ocurre en casos especialmente agudos e intenso.
  • Deformidad: Otro signo común con las lesiones musculares es el “signo del hachazo”. Éste consiste en que, en el sitio donde debería existir masa o continuidad muscular, se puede palpar un hachazo o un hueco que divide a la estructura en dos.
  • Rigidez: La rigidez en la zona afectada es frecuente, sobre todo al despertarse o después de estar inmóvil.
  • Debilidad muscular: La función muscular en la zona afectada puede verse limitada, dificultando ciertos movimientos, tanto por dolor como por perdida misma de fuerza.
  • Chasquidos o ruidos: En algunos casos, al mover la articulación, se pueden escuchar ruidos o chasquidos. Más bien puede aparecer un sonido que solemos llamar crepitación y que se asemeja al ruido que produce la nieve cuando se pisa. Es curioso, pero literal.

 

En TraumAstur, realizamos un diagnóstico detallado a través de la historia clínica, exploración física y pruebas de imagen (como ecografía, resonancia magnética o radiografías) para determinar la extensión de la lesión tendinosa y desarrollar un tratamiento adecuado.

En TraumAstur ofrecemos un enfoque integral para el tratamiento de las lesiones tendinosas, que incluye opciones tanto conservadoras como quirúrgicas según la gravedad de la lesión:

Tratamientos conservadores:

  • Reposo y modificación de actividades: Reducir las actividades que causan dolor y aplicar descansos frecuentes para evitar la sobrecarga del tendón afectado. A menudo el cese completo de la actividad que causó la lesión puede suponer la desaparición de la clínica. Sin embargo, eso no siempre es posible, bien porque esa actividad forme parte del trabajo habitual del paciente o bien porque sea su actividad deportiva habitual. Ahí es donde hay que tomar medidas para garantizar el tratamiento correcto.
  • Método RICE: RICE son las siglas de Rest, Ice, Compression y Elevation. Durante las primeras 48 horas, se recomienda aplicar hielo sobre la zona lesionada para reducir la inflamación y el dolor, y evitar movimientos que puedan agravar la lesión.
  • Terapia física y ejercicios de rehabilitación: Programas de fisioterapia para fortalecer los músculos que rodean el tendón y mejorar la flexibilidad.
  • Medicamentos antiinflamatorios: El uso de AINEs (antiinflamatorios no esteroides) ayuda a controlar el dolor y la inflamación.
  • Crioterapia y termoterapia: Aplicación de hielo o calor para reducir la inflamación y la rigidez en los tendones.
  • Inyecciones de corticosteroides: Para controlar la inflamación en lesiones tendinosas más severas que no responden a otros tratamientos. Es uno de los clásicos métodos de tratamiento, debido a su eficacia rápida y contundente. Sin embargo, es un método que debe usarse con cierta contención porque son conocidos los efectos negativos que un exceso de corticoides provoca en el tejido biológico.
  • Plasma Rico en Plaquetas (PRP): Un tratamiento biológico que utiliza las plaquetas del propio paciente para estimular la curación del tendón y acelerar la regeneración celular. Útil sobretodo en roturas de pequeña entidad que no sean candidatas a cirugía o para tendinitis en fases subagudas.
  • Infiltraciones de ácido hialurónico: Utilizadas en algunos casos para lubricar el tendón afectado, reduciendo el dolor y mejorando su función. Su empleo es mucho menos frecuente en este tipo de problemas que a nivel articular. 

 

Tratamiento quirúrgico:

  • Cirugía artroscópica: En casos graves o cuando los tratamientos conservadores no dan resultados, la cirugía artroscópica puede ser necesaria para reparar desgarros o liberar tendones atrapados. No es una aplicación tan frecuente como la que tiene esta técnica a nivel articular, pero en los últimos años se ha mostrado como un arma muy útil.
  • Reparación tendinosa: En lesiones más graves, como las rupturas tendinosas, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reconstruir o reinsertar el tendón.
  • Trasplante tendinoso: En casos de daño irreversible, se puede realizar un trasplante de tendón o utilizar un injerto de tejido tendinoso para restaurar la función. Propio de lesiones de gran entidad o que llevan mucho tiempo de evolución, ya que, en esos casos, la reconstrucción directa del tejido original es muy compleja.
    Nuestro equipo de traumatólogos y fisioterapeutas en TraumAstur te guiará a través del proceso, buscando siempre la mejor opción para restaurar la funcionalidad y reducir el dolor.
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Preguntas Frecuentes sobre Lesiones Tendinosas

Las lesiones tendinosas pueden curarse completamente con un tratamiento adecuado, pero en algunos casos puede quedar cierta limitación funcional o dolor residual.

Debes evitar actividades que impliquen movimientos repetitivos o que ejerzan una presión excesiva sobre el tendón afectado. Los deportes de impacto, como correr o saltar, deben evitarse hasta que el tendón esté completamente recuperado. Básicamente hay que evitar todo gesto o esfuerzo que se crea puede haber sido la causa inicial del proceso.

El tiempo de recuperación depende de la gravedad de la lesión, pero generalmente puede variar entre semanas y meses. Las lesiones más graves pueden requerir cirugía y una rehabilitación más prolongada. Establecer una duración estándar con la variedad de localizaciones y lesiones posibles es muy difícil.

Sí, la fisioterapia es fundamental para acelerar la recuperación de una lesión tendinosa. El fortalecimiento muscular, la mejora de la flexibilidad y las técnicas de manejo del dolor son esenciales.

El fortalecimiento muscular, la mejora de la flexibilidad y el uso de una técnica adecuada en deportes y actividades físicas son esenciales para prevenir las lesiones tendinosas.

La cirugía se considera cuando los tratamientos conservadores no proporcionan alivio, y la lesión es grave o crónica, afectando seriamente la funcionalidad.

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