Traumatología de pie y tobillo

Pie cavo

En TraumAstur, estamos aquí para ayudarte. Si sufres de patología de Pie Cavo o de otra condición del pie, no dudes en contactarnos. Nuestro equipo está altamente especializado y  listo para ofrecerte una consulta personalizada y diseñar el mejor plan de tratamiento para ti.

¿Qué es el Pie Cavo?

El pie cavo es una condición del pie caracterizada por un arco plantar anormalmente alto. A diferencia del pie plano, donde el arco del pie está caído, en el pie cavo el arco es más pronunciado de lo normal, lo que hace que una cantidad menor de la planta del pie entre en contacto con el suelo.

Los síntomas del pie cavo pueden variar en severidad, pero a menudo incluyen:

  1. Dolor en el pie: Dolor en la parte delantera del pie (metatarsalgia), el talón o el arco, especialmente al caminar o estar de pie durante largos periodos.
  2. Inestabilidad: Mayor tendencia a sufrir esguinces de tobillo debido a la forma elevada del arco que puede afectar el equilibrio.
  3. Durezas y callos: Callosidades y durezas en la parte delantera del pie o en el talón, ya que el peso del cuerpo se concentra en estas áreas.
  4. Dedos en garra o en martillo: Deformidades en los dedos debido a la postura elevada y anormal del pie.
  5. Fatiga muscular: Sensación de cansancio en los pies y las piernas tras actividades cotidianas.
  6. Dificultad para encontrar calzado cómodo: Las personas con pie cavo a menudo tienen problemas para encontrar zapatos que se ajusten correctamente y no causen dolor.
  7. Dolor en la pantorrilla: Tensión y dolor en la pantorrilla debido a la biomecánica alterada al caminar.
  8. Rigidez en el pie: Sensación de rigidez o falta de flexibilidad en el arco del pie.

 

En casos más severos, el pie cavo puede estar asociado con condiciones neurológicas, lo que puede llevar a síntomas adicionales como debilidad muscular o pérdida de sensibilidad. 

En TraumAstur, utilizamos una combinación de exploración física y estudios de imagen, como radiografías, eco y resonancia magnética, para diagnosticar con precisión la patología del Pie Cavo  y determinar el mejor plan de tratamiento para cada paciente.

 En TraumAstur nos enfocamos en ofrecer tratamientos personalizados que pueden incluir opciones conservadoras y quirúrgicas:

Tratamientos conservadores

  • Plantillas ortopédicas: Las plantillas a medida o los soportes de arco pueden ayudar a distribuir la presión de manera más uniforme y proporcionar soporte adicional al pie.
  • Calzado adecuado: Usar zapatos que ofrezcan un buen soporte, amortiguación y espacio suficiente para evitar la presión sobre los dedos de los pies y el arco.
  • Ejercicios de fisioterapia: Ejercicios para mejorar la fuerza y la flexibilidad del pie y los músculos de la pierna. Estos pueden incluir estiramientos del arco, ejercicios de fortalecimiento de los músculos de los pies y tobillos.
  • Aparatos ortopédicos: En algunos casos, se pueden usar aparatos ortopédicos o férulas para mejorar la estabilidad y reducir la presión sobre ciertas áreas del pie.
  • Limitar actividades que puedan causar dolor o empeorar los síntomas, como correr o saltar sobre superficies duras.
  • Incorporar descansos regulares y reducir el tiempo de pie para evitar la sobrecarga en el pie.
  • Analgésicos o antiinflamatorios: Los medicamentos de venta libre pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación, especialmente en momentos de brotes dolorosos.
  • Infiltraciones de esteroides: En algunos casos, se pueden considerar inyecciones de esteroides para reducir la inflamación y el dolor en el pie.

 

Tratamiento quirúrgico:

Cirugía: Se considera cuando los tratamientos conservadores no son efectivos y los síntomas afectan gravemente la calidad de vida. Las cirugías pueden incluir procedimientos para reducir el arco, realinear los huesos, estabilizar las articulaciones o corregir los tendones y ligamentos.

Es importante que un especialista, como un podólogo o un ortopedista, evalúe la condición para recomendar el tratamiento más adecuado. Un enfoque integral que combine varios tratamientos suele ser la mejor manera de manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Contáctanos
Responsable del tratamientoAndrés Sierra Pereira
FinalidadEnviarte información relacionada con tu solicitud de información.
LegitimaciónConsentimiento
Cesiones de datos y transferenciasNo se realizan cesiones de datos.
DerechosPodrás ejercer los derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición, portabilidad, o retirar el consentimiento enviando un email a info@traumastur.es
Más informaciónConsulta nuestra Política de Privacidad para más información.
Preguntas Frecuentes sobre Pie Cavo

Puede ser hereditario o desarrollarse debido a condiciones neurológicas, enfermedades musculares (como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth) o lesiones en el pie.

No siempre, pero muchas personas experimentan dolor en el pie, el talón, la bola del pie o los músculos de la pierna debido a la presión desigual.

Un médico o podólogo lo diagnostica a través de un examen físico, radiografías u otras pruebas de imagen, además de un análisis de la marcha para ver cómo se distribuye el peso al caminar.

Sí, puede empeorar si no se trata, especialmente si está asociado con condiciones subyacentes como trastornos neurológicos.

Sí, puede llevar a inestabilidad en el tobillo, esguinces, dedos en garra o en martillo, y callosidades debido a la presión anormal en ciertas áreas del pie.

Depende de la severidad de los síntomas. Las opciones incluyen plantillas ortopédicas, calzado adecuado, fisioterapia, medicamentos para el dolor, y en casos graves, cirugía.

Calzado con buen soporte para el arco, amortiguación y una suela estable es ideal para distribuir el peso de manera uniforme y reducir la presión en el pie.

Sí, aunque se recomienda realizar ejercicios de bajo impacto y usar plantillas o calzado adecuado para reducir la carga sobre el pie.

Puede serlo, especialmente si hay antecedentes familiares de pie cavo o de enfermedades neurológicas asociadas.

Sí, hay ejercicios de fortalecimiento y estiramiento que pueden mejorar la flexibilidad y la función del pie, como el estiramiento de los músculos de la pantorrilla y ejercicios de fortalecimiento de los músculos intrínsecos del pie.

Cuando los tratamientos conservadores no alivian los síntomas y la calidad de vida se ve afectada significativamente, la cirugía puede ser considerada para realinear y estabilizar el pie.

Otros servicios de traumatología en Gijón

Juanete (Hallux Valgus)
Traumatología de pie y tobillo
Dedos en garra, martillo y mazo
Traumatología de pie y tobillo
Neuroma de Morton
Traumatología de pie y tobillo
Metatarsalgia
Traumatología de pie y tobillo
Hallux rigidus o artrosis del dedo gordo
Traumatología de pie y tobillo
Juanete de sastre
Traumatología de pie y tobillo

Recomendaciones de traumatólogos en Gijón

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?